«Homenaje» de La libertad de los valientes

«Homenaje».

Miguel Ángel Rodríguez Arias

(De La libertad de los valientes, Torino)

 

¿Hacia dónde te diriges?,

¿dónde vas republicano?…

 

Por el polvo del camino

vas arrastrando tus pasos,

por el polvo, por la angustia…

¿Dónde vas republicano?…

 

Por el polvo del camino

te nos vienes acercando…

 

Con el abismo en los ojos,

con el corazón cansado,

con el alma entre los dientes,

con el fuego entre las manos,

con la muerte en tu semblante…

¿Dónde vas republicano?…

 

Por mil regueros de sangre,

mil madrugadas de llanto,

vas engañando a la muerte,

la derrota en cada paso…

 

Sin esperanza en las venas

pero sin bajar los brazos,

todos los sueños perdidos…

blanca España agonizando…

 

¿Hacia dónde te diriges?…

¿dónde vas republicano?,

¿dónde mueren los valientes

cuando se muere luchando?.

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«Miguel Hernández»

Miguel Hernández.

Miguel Ángel Rodríguez Arias.

(de La libertad de los valientes, Freiburg i Brsg)

 

Quiso mirar al sol,

quiso surcar los cielos,

quiso soñar estrellas…

y los hombres siguieron en silencio.

 

Quiso ser ígnea aurora,

quiso ser fuerte viento,

quiso ser hombre y barro…

y los hombres siguieron en silencio.

 

Quiso una tierra libre,

hermosa como el pueblo,

quiso ser esperanza….

Nunca murió: sigue vivo en sus versos.

 

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«Willy Brandt»

 

Willy Brandt.

Miguel Ángel Rodríguez Arias.

(La libertad de los valientes, Freiburg i Brsg)

 

Hay nombres que refulgen en la noche,

hay torrentes de voz,

– bocanadas de fuego -,

hay mástiles en alto frente al miedo.

 

Hay nombres esculpidos en mañana,

hay nombres en azul,

hay nombres en eterno,

hay nombres que enarbolan nuestros sueños.

 

Hay hombres hechos libres desde dentro,

un día están aquí…

otro desaparecen…

nos dejan su esperanza entre los dedos.

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«Blas de Otero»

 

 

 Blas de Otero.

Miguel Ángel Rodríguez Arias.

(de La libertad de los valientes , Torino)

  

Yo también quiero una España mañanada

– también tengo razones para creer –,

también bajé a la calle con mi palabra…

También abrí los labios… sufrí la sed…

 

También surco silencios con nuevas alas,

también forjo mis versos en nueva fe,

también llamo a la lucha con esperanza…

También labro los sueños en el papel.

 

Y tú: eco profundo y en la distancia,

tu voz:  hecha en desgarro y amanecer,

nos habla: pide la paz y la palabra,

nos llena: nos abre el hoy desde el ayer.

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